Parece mentira que hace un año estuviera casi en el mismo sitio y pensara cosas tan parecidas y tan diferentes a las que pienso ahora... es más, creo que no hay un pensamiento en mi cabeza actual que tuviese cabida en mi mente hace un año.
No voy a decir lo que han cambiado las cosas o cuanta gente está o no, no voy a lamentar casi nada, salvo algunas consecuencias que por mucho que me pesen, no eran las deseadas, aunque ciertamente, todo ha estado y está en mis manos. Y en las tuyas, si echas cuentas, cada cuál es responsable de su vida, obra y milagros.
Pero hablaré de mi, a fin de cuentas es mi Blogger y aunque agradecería la lectura y los comentarios del Orbe al completo, casi me conformo con escribir y saber que alguien en algún lado pensará, sentirá o habrá pasado por lo mismo y aunque poco, nos entenderemos.
Añoro a mucha gente, extraño a mucha otra, otras no están en mi memoria, aunque marcaron dias de ella, me parecen mal algunas cosas y muy bien otras... pero sea como sea, el año que acaba, ha acabado con toda una vida y hay que empezar otra. Los años no son excusa para parar, aunque siempre han sido la cantinela perfecta para decir: esto está así y debe seguir así...
He puesto punto y final a muchas cosas, otras están a punto de acabar y otras acabarán muy pronto.
Las hay que tienen que empezar y también las que llegarán, las que empezarán se quiera o no, las que aparecen y desaparecen y todo lo que el día a día nos trae y nos lleva...
Un año tiene 365 días, y cada uno de ellos éste 2012, ha sido una sorpresa de la mañana a la noche, cada uno de ellos ha sido un cambio, un movimiento y un avance a veces, otra sólo parar y esperar a poder seguir, pero siempre te queda el consuelo de que sigues en pie o sentada y mañana veremos...
Me queda poco que hacer, decidir o actuar en este año, pero sea como sea, hay algo que siempre creo que es necesario: pedir perdón.
Perdón por mis errores y decisiones dolorosas, aunque han sido las que eran y ahora no veo otra forma de haberlo hecho menos doloroso.
Perdón por parecer y ser egoísta, pero tampoco se como actuar, acabar con todo y parecer buena persona.
Perdón por parecer que nadie me importa, porque no es cierto, pero llegó el momento de decidir, y aunque no lo parezca amar, cuidar y respetar a los demás como a mi misma durante muchos años, me ha vaciado de lo que necesito para cuidar, amar y respetarme a mi misma.
Y toca llenar un poco de ese vacío.
Perdón por no saber amar bien, por no saber cuidar bien, por no saber dar lo que de mi hayan podido necesitar los demás, a veces se hace lo mejor que se puede y aunque no sea bastante, es todo lo que sabemos dar y quizás, no haya que pedir más.
Sea como sea, el Año acaba y muchas cosas han acabado con el.
A las que todavía no han acabado, que pase pronto y empecemos el Año disfrutando de la aventura de descubrir lo desconocido y cada día disfrutar un poco de lo que vaya surgiendo.
Y gracias a los que estáis, que aunque no os veo, os siento.
Gracias.
