viernes, 14 de enero de 2011

INCOMPRENSIONES HUMANAS.


Es complicado de explicar en un papel y ante un público oculto y callado, en su mayoría.
Creo que es sabido que tengo una relación con una persona, mujer.

Al principio, el conocimiento llego a través del BDSM, conocidos y circulo común hacen que la charla se dé ocasionalmente, también tengo muy claro y por suerte para mí, no puede nadie reprochármelo aunque quiera, que la miré, ni la traté nunca, como algo más que la sumisa de… ni siquiera estando libre, dejo de parecerme ajena y con la cabeza, su cabeza, en otra parte. Fue ella quien vino, quien me buscó y quien me despertó muchas cosas guardadas.

Bloqueé lo que era la sumisa, el juego de BDSM, la sumisión y mi Sadismo los guarde en un bolsillo, para ocuparme de descubrir a la mujer. Una mujer a quien no tenía muy claro que dar. Soy casada y feliz, tranquila en mi matrimonio y mi pareja masculina. Lo de tranquila, no es ni aburrida, ni insatisfecha y buscando fuera, al contrario, creo que precisamente por estar satisfecha, plena y feliz, puedo empezar algo con alguien, puedo pensar que tengo para repartir y compartir.

Así que hoy, mañana o pasado, quien sabe, harán siete meses que estoy con Paloma y mi nombre es Isabel. Y aquí, soy Isabel, ahora soy yo. Solo yo.
Ama Lena soy cuando debo subirme a unos tacones y coger una fusta. Ama Lena soy cuando hablamos de juegos, de sexo, de BDSM o de cualquier cosa que sea ajena a mi intimidad. Hubo un amigo que me dijo que mis escritos eran como más tranquilos, mas íntimos, puede ser, las circunstancias cambian y las decisiones también.

Aunque hay decisiones que no cambiarán, porque no puedo dejar a una persona amada por otra, tengo muy claro que ahora tengo a alguien más a quien cuidar. Soy, mal que me pese porque no creo sea exacto el término en mi relación, poliamorosa. Y encima lo soy yo sola… nada de que nos amamos todo, aunque se respetan y quieren, soy, mal que pese, el nexo de unión de ambos.

Al final el texto va a ser mayor de lo esperado, pido disculpas.

¿He, hemos renunciado al BDSM? No, para nada, poco a poco, vuelve a ser un juego placentero y deseado. Pero no imprescindible, para vernos o estar de charla, hay más vida, mas problemas, todo un día y sus horas para hablar. Tiene mi collar de sumisa, lleva mi nombre, me pertenece en este juego, pero hay algo que también tengo muy claro, yo la pertenezco fuera de juegos y azotes, fuera o dentro de la cama, y eso no tiene que ver con Dominación, ni con BDSM, con tríos o dúplex, con nada, solo con amor.

Por eso a veces, no entiendo las incomprensiones y las bobadas o desplantes ajenos. Si no la quieres a ella o no me entiendes a mí, te pierdes la mitad. Si piensas que, en algún momento, espero no llegue, nos separan rumores, comentarios o lágrimas de cocodrilo, estas en un error.

Nos separará la falta de amor, de nuestro amor. Solo eso.

Un saludo

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